domingo, 17 de abril de 2011

CAZANDO UNA MARIPOSA

Todo lo que quería era una mariposa, una de grandes alas y a ser posible rosa. Me encantaba su magnífico vuelo y siempre que veía una la perseguía. Era muy caprichosa asi que la primera vez que vi una la quise atrapar, pero al no poder cumplir mis deseos, me puse a llorar...
A los seis años vi otra y no me lo pensé más; fui corriendo hacia ella decidida a matar. No soportaba la idea de no poderla agarrar... Al no cumplir mi objetivo me puse otra vez a llorar...
A los diez años vi dos y mi dicha fue mayor aunque también lo fuera el fracaso ya que tampoco concluí el caso. Esta vez me contuve y las lágrimas no brotaron, pero una intensa pena me invadió, en vano... A los trece años vi una; más hermosa que ninguna. Sus alas eran rosas decoradas con flamantes brillos y no parba de volar de flor en flor con soltura y brío. Esta vez no la quise atrapar, pues su belleza era inusual, y tampoco me puse allorar, ya que la lección debía de completar. En ese momento comprendí que si en verdad quieres algo con todas tus fuerzas, debes ser paciente y perseverante. Aprendí a dejarla ir, ser libre y mi satisfacción aumentó al aprender la lección...
Por. Stefania Denisa Brinceanu

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