La historia de Laura, Capítulo uno "Primer día de la nueva vida"

Primer día de instituto. Bueno, en realidad, no es el primero. Laura cursa primero de bachillerato, pero este es su primer año en este nuevo instituto. Acaba de mudarse desde Ciudad Real. Es una chica normal de diecisiete años. Le apasionan la música, sus amigos y su moto. Pero si solo pudiese elegir una de esas cosas, elegiría a sus amigos.

Pero sus amigos se han quedado atrás, con su antigüa casa y su anterior instituto…Lo echará de menos, pero no se quejará delante de su madre, ella ha sufrido aún más que Laura con todo esto.

Se mudan por el fallecimiento de su padre, Roberto, que murió en un accidente de tráfico. Marisa, la madre de Laura, no soportaba quedarse en la misma casa donde habían vivido tantas cosas juntos, le traía demasiados recuerdos, asique decidieron mudarse, lejos de esa casa, lejos de esa ciudad…y eligieron Madrid.

Ahora tienen que empezar una nueva vida, desde cero, pero al menos, piensa Laura, se tienen la una a la otra.

Laura camina al lado de su madre por los pasillos del instituto. “Toc, toc”

-¿Se puede?

-Adelante, pasen-una voz les contesta desde dentro del despacho…debe ser la directora.

-Buenos días, soy marisa, y esta es mi hija Laura…hablamos ayer por teléfono.

-Sí, claro, las estaba esperando-la señora sonríe amablemente, Laura le echa unos 47, año arriba año abajo.-Laura, sube a clase mientras yo le cuento las normas a tu madre. Esta en el segundo piso, pregúntale a algún profesor que esté por allí por el 1ºB.

Laura asiente y se despide. Se dirige hacia su clase mientras su madre se queda allí, informandose como diría ella. Llega a clase, demasiado ruido, bueno, tampoco esperaba silencio…Llama a la puerta pero no hay respuesta. Insiste. Sigu sin haber respuesta. Decide abrir. Un caos de clase…un profesor bajito con el pelo canoso y cara de estar bastante enfadado les grita a sus alumnos que guarden silencio y se sienten, aunque la verdad, es que allí nadie le hace caso…

Laura carraspea para hacerse oir, y, de repente, como por arte de magia, todo el mundo se calla. El profesor le sonríe de forma exagerada, cómo dándole las gracias por hacerles callar.

-Hola, soy Laura, la nueva..

-Hola, hola, bienvenida-le corta el profesor-por favor pasa, adelante…-habla demasiado rápido, atropellando sus propias palabras con otras nuevas que salen de su boca- soy José Antonio, el profesor de Lengua y Literatura, ven aquí dleante, preséntate…

Laura siente que se muere: odia las presentaciones.

-¿Es necesario?

-Oh, eres tímida…jejeje entoneces sientate en aquel sitio, el único libre, y preséntate desde allí.

Bueno, es mejor que nada, se dice Laura para sí. Cuando llega a su nuevo sitio empieza a presentarse.

-Me llamo Laura, tengo 17 años cumplidos el 2 de febrero y me acabo de mudar aquí desde Ciudad Real.

Se sonroja mientras se sienta al escuchar que todos la saludan al unisono. Durante la clase de lengua descubre que allí, tal y cómo supuso al entrar, nadie hace caso al profesor. Y ella no iba a ser menos. Laura entabla conversación con sus compañeros más cercanos, pide el horario, y una chica que parece simpática, Úrsula, se lo da junto con una hoja en la que ponen  los motes de los profesores y cómo se comportan, con una nota en un asterisco en la que Úrsula le explica que no se sabe los nombres reales.

Durante la clase de música, Laura descubre el por qué del apode de la profesora Marga “la amarga”. En su clase la frase más sonada es:

-Esa lo que necesita es un buen polvo, te lo digo yo.

-Ya tío, ¡pero haber quien es el valiente que se atreve con esa bruja!

Y toda la clase estallaba en risas.

El timbre que señaliza el inicio del recreo suena, y todos los alumnos salen disparados. Laura sentía que se moría otra vez…tendría que pasar totalmente sola su primer recreo…pero ese pensamiento no duró mucho, porque poco despues de que sonase el tiempre, cuatro chicas de clase se le acercan.

-Hola, yo soy Sandra, y ellas son Natalia, Andrea y..

-¡Yo soy Úrsula!-le corta la chica que le dio el horario- ¿Qué tal te adaptas?

-Bien, gracias…aunque creo que pasaré mi primer recreo en la biblioteca.-contesta Laura con una risita.

-Para nada, tú te vienes con nosotras y te enseñamos esto...¡si sabes buscar, aquí hay un chulazo en cada esquina!-Interviene Úrsula de nuevo.

-Pero mira que estás loca ¿eh? Vas a espantarla, y desterrarla así a un futuro con las Pink.-Andrea la regañana bromeando.

-¿Las Pink?-Laura las mira curiosa-¿Eso es una especie de secta o algo así?- se ríe divertida.

-Jajaja, pues algo así, la verdad. –Natalia le sigue la broma- son las pijas, las odiosas…Paloma, Iziar, Noelia y Karen. La peor es Iziar, es realmente insoportable.

Todas hacen una mueca de asco al oir su nombre, al parecer, debe de ser realmente odiosa.

-Uff…en tal caso os suplico que no me desterreis a tal cosa.

Y todas se rien como locas.

-Me cae bien…encaja con nosotras…¿Qué decís?-Úrsula toma las riendas de la situación.

-¡¡ACEPTADA!!-gritan las 4 al mismo tiempo, mientras abrazan como en una piña a Laura entre risas.

Genial. Laura piensa que ha tenido mucha suerte, ellas son divertidas, alocadas y muy simpáticas, y ahora Laura es una de ellas.

Durante el recreo Laura hace un resumen completo de su vida, incluída su desafortunada historia con Leo, su ex, y para ella, el mayor imbécil del mundo. Ellas la escuchan atentamente. Luego, durante las siguientes clases, es el turno de las chicas, que también le hacen a laura resumenes de sus vidas. Entonces es cuando Laura no puede evitar hacerse un esquema mental de sus nuevas amigas..

Úrsula es la más deshinibida, nada de novios, tan sólo amigos con demasiados derechos…es la más alocada.

Sandra sigue esperando al chico perfecto, y no tiene ninguna prisa por encontrarlo, es la más sensata de todas.

Andrea quisiera tener tantas libertades como Natalia, pero su novio es mucho más controlador, y por eso han discutido más de una vez, pero en el fondo le quiere.

Natalia es la perfecta combinación entre locura y cordura, lleva un tiempo con su novio, Mario, pero aún estando con él pasa más tiempo con sus amigas, tiene muy claro que son lo que más le importa.

Al final del día ya se han intercambiado desde móviles hasta direcciones de correo, pasando por la dirección de casa y los tuentis. A la hora de despedirse a Natalia se le ocurre una idea.

-Chicas, esperad un momento…¿quereís sacar de sus casillas a las Pink?

-Por supuesto-todas contestan lo mismo y sonrien con malicia.

-¿En que piensa tu mente perversa?-Úrsula la mira con intriga.

-Es muy simple Ur, se trata de usar nuestras iniciales para ponernos un nombre, tal y como hicieron ellas hace un tiempo.

-¡PERFECTO! Estoy segura de que no les hará ninguna gracia...-Andra sonríe con cara de mala ante la idea.

-Mmm…venga, pensemos todas….

-Tengo una idea, no sé si os gustará mucho pero…¿Qué os parece Lunas?-Laura es la primera en dar un nombre.

-Es genial, simplemente, magnífico. Decidido, de aquí en adelante nosotras cinco somo las Lunas, únicas e inigualables.

-¡Hasta mañana entonces Lunas!

-¡Adiós!

Se despiden con besos, abrazos y algún que otro comentario sobre su nuevo nobre.
Laura se va a casa, igual que todas, incluso más feliz que las demás, deseando llegar a su casa para contarle a su madre su primer día, pero, sobretodo…¡que ya es parte de las Lunas!

Por: Eva Vico