La vida no es como los cuentos de hadas, no todo es tan fácil, no todo se consigue a la primera, no todas encontramos a nuestro príncipe azul y le enamoramos con solo mirarle, no todas podemos estar tan cerca que un simple paseo por el bosque sea suficiente para llegar hasta él, no todas hacemos las cosas bien a la primera, sino que aveces necesitamos una segunda oportunidad para demostrar que estamos destinados a estar juntos. Y a pesar de que no todo en la vida es el camino de rosas que cuentan en los cuentos de princesas, siempre hay un príncipe, tal vez no sea rubio, alto y de ojos azules, ni un príncipe de verdad, pero para su princesa es el mejor, es SU príncipe azul, el que consigue hacerla feliz con solo una mirada, el que puede destruir los peores momentos con solo un abrazo, el que consigue que todo vaya bien solo con estar cerca suya. Y por eso aunque la vida no sea el cuento de hadas que todas creíamos de pequeñas, es nuestro propio cuento, nuestra propia historia, por eso merece la pena vivir y disfrutar al máximo, porque algún día tu príncipe se dará cuenta de que tú eres su princesa, y no le importara que no seas rubia alta y guapa, ni que no seas la princesa del reino vecino, ni que un millón de kilómetros os separen; simplemente le importará que eres SU princesa, que le amas y que él te ama con todo su corazón.
Por eso hoy cuento esta historia, porque espero que mi príncipe se de cuenta de que le amo y que no me importa la distancia, que no me importa nada más que él, que él es mi vida, que siempre le he amado, que hoy aún le amo, y que siempre le amaré.
Por: Eva Vico
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