domingo, 3 de abril de 2011

Y solo tú pintas mi sonrisa.

Puede parecer que puedo con todo lo que venga, que soy fuerte y que tengo los motivos suficientes para sonreir y saltar cada charco. Puedo seguir siendo esa persona segura de sí misma, y sin miedo a nada. Claro que puedo. Pero, cuando tú me miras, y me llenas de tí, no soy yo. Me llenas de miedo, de inseguridad, y no aparecen charcos, ni rios, ni lagunas, sino mares. Y podría saltarlos como he hecho siempre, y dejar toda lágrima en el camino, pintarme una sonrisa, y seguir. Pero, contigo, no me sale. Contigo tengo la sensación de carme al fonde de ese mar, de estar al borde de un gran abismo. Haces que no responda a nada y me vuelva completamente idiota. No puedo distinguir entre lo bueno y lo malo, y, me haces daño. Pero lo peor de todo, peor que tú incluso, es que no puedo pedirte que te vayas. Porque entonces no tendré ningun motivo por el que luchar, porque si no es por tí, no puedo ser fuerte. Asi que, quedate un rato más, hazme caer en millones de mares y tropezarme en tres mil millones de piedras, porque igual que me haces daño, eres el unico capaz de salvarme y levantarme una vez más. Y quiero que me duela, quiero sentir abismo en tu mirada y, quiero tener miedo de quererte, porque otra cosa no, pero quererte...

Por: Yaisa Serrano.

3 comentarios: