viernes, 13 de mayo de 2011

Salirse de una línea para hacer un círculo, es magnífico...

Ese día salí de la línea y comencé el círculo.
Tenía la sensación de estar haciendo algo incorrecto, arriesgado pero era la primera vez que me salía de las reglas de una vida correcta y ¿por qué echarme ahora atrás?... No tenía sentido.
Me sentía eufórica, tenía ganas de gritar lo feliz que estaba, pero no sabía que tenía unas consecuencias....
Estábamos en el campamento de verano, íbamos de acampada y la primera noche decidimos gastar una "pequeña broma" a un chico que nos había estado jorobando todo el camino a mi y a mis amigas. Estábamos empezándonos a hartar de él y de sus tonterías,  así que decidimos no hacerle caso y vengarnos...
De noche salimos sigilosamente de nuestra cabaña y fuimos donde esta la suya, llevábamos algunas un bote de pasta de dientes en las manos y otras un rotulador azul...
Pasamos a la cabaña, estaba oscura y no veíamos muy bien, así que nos pusimos a mirarle, a mi me pareció verle, así que llamé a mis compañeras y empezamos la obra de arte, cuando la terminamos volvimos a la habitación.
Al día siguiente, se oyó un grito y muchas carcajadas a eso de las 6 de la mañana nos levantamos, nos miramos y salimos corriendo haber si lo que pasaba era que ya habían descubierto nuestra magnífica obra...
Y no estábamos equivocadas la descubrieron pero... no estaba sobre el lienzo adecuado, nos equivocamos de persona...
Cuando vimos al chico al que queríamos hacer la broma riéndose de nuestro amigo ( encima nuestro propio amigo) me quisieron matar, luego nos reunieron a todos los grupos en el comedor y confesamos voluntariamente,  contando nuestras primeras  intenciones y disculpándonos por nuestro gran error.
Al final estuvimos todos los días sirviendo la comida a los compañeros pero....
¡ Fue una experiencia inolvidable!

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