sábado, 7 de mayo de 2011

- Si yo tuviera un corazón,

no te lo daría ati. ¿Has visto lo que has hecho con el tuyo? Lo has destrozado. Le has dejado enfermar sin control, le has dejado en manos de otro, y ya no tiene solución. Nunca la ha tenido. Has estado tan tan ocupada en deshojar margaritas y en gritar desde las montañas, que lo has descuidado. Le has dado todo. Y no te das cuenta, pero cada palabra suya le rompe en trocitos, y cada sonrisa se vuelve amarga, y esconde un "amor sin remedio" enfermizo. Cada estrella que contais juntos es una célula de vida menos y una más de amor. Que cada mirada, ahí dentro, se nota, y mucho. ¿No ves que cuando clava sus pupilas doradas en las tuyas, en realidad, se clavan en tu corazón? Y seguro que todavía no te has fijado que una pequeña esquinita se está ennegreciendo, y que está demasiado pesado. Se afixia ¿no lo ves? le duele. Se traba cuando le vé, tiene más de una vena averiada. Estás bajo los efectos de su corazón, y el tuyo, es completamente suyo. Has dejado que las cosas bonitas entren, y se quedaran ahí, para siempre. Le has dejado soñar. Le has dejado volverse rojo, le has clavado su nombre, a sangre y fuego.

Por: Yaisa Serrano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario